B89 se ha convertido en la fintech peruana que más inversión ha levantado en una fase Seed (el promedio es de USD 300.000), lo cual constituye un caso de éxito para el ecosistema local dentro de un contexto económico desafiante por la pandemia. Dentro de las instituciones y firmas de venture capital que participan en esta compañía están Winnipeg Capital, el Grupo ACP, la Red de Inversionistas Ángeles de Colombia (ANDEO), así como inversionistas ángeles latinoamericanos de Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Brasil y Estados Unidos.
B89 se resume en una experiencia financiera 100% digital que atenderá al usuario a través de un aplicativo móvil. Se dirige a clientes jóvenes, y se declara listo para la economía de las APIs, siguiendo los pasos de Nubank de Brasil. En febrero de 2020 la fintech peruana cerró una ronda PreSeed de USD 500.000. A lo largo del año, ya inmersos en la pandemia, levantaron un capital por USD 2.1 millones en una ronda Seed de USD 3 millones que esperan cerrar a finales de marzo. En esa dinámica, al finalizar 2021 esperan cerrar su Serie A.
“Normalmente los emprendedores hemos tenido la creencia que para lograr cerrar una inversión era necesario reunirse presencialmente, y si el inversionista vive en otro país, es más complejo visitarlo así que nuestro mercado potencial se reduce. No obstante la pandemia fue una oportunidad para cambiar ese chip”, señaló Amparo Nalvarte, cofundadora de B89.
Nalvarte agregó que la pandemia ha enseñado que es urgente que toda la población tenga acceso a servicios bancarios y medios de pago digitales. “B89 busca ser una solución integral, haciendo que el dinero fluya de país a país manteniéndolo siempre digital a través de un método de pago Visa que recompensa a los usuarios cada vez que lo usen. La primera etapa es atraer a los futuros embajadores para luego iniciar un plan de referidos”, apuntó la emprendedora.
En esa línea, uno de sus objetivos primordiales con el capital que han levantado es finalizar el plan piloto. Con este proceso en marcha esperan cerrar el año con 70.000 clientes que podrán operar de manera 100% digital con todos los protocolos de seguridad.
“Nuestra proyección gusta a los inversores. Estamos construyendo una plataforma que va más allá de Perú para atender al mercado de hispanos en el mundo. Por esto, nuestro próximo mercado es los Estados Unidos donde residen 60 millones de hispanos americanos. No creo que vaya a haber un mundo post pandemia. Vamos a tener que convivir con este virus por mucho tiempo”, concluyó la cofundadora de de B89.
Una disrupción en la banca de América Latina
La irrupción de Neobancos y bancos digitales en la región ha tomado por sorpresa a las entidades financieras tradicionales. El hecho no recae solo en el uso de tecnología sino en su enfoque en las necesidades de los clientes por encima de las habilidades de la institución, así como en atender y conectar con el sector no bancarizado, una población reacia y poco satisfecha de los servicios financieros desde hace décadas. En Perú, por ejemplo, esta población está representada por un 47%.
“El mercado financiero tradicional peruano es como el de Brasil: un mercado casi oligopólico donde pocos bancos dominan, están cómodos y creen que innovan. El “despertar” del mercado financiero brasilero se dio a través del ingreso de Nubank. Hasta entonces, los grandes bancos solo se limitaban a “crear canales digitales para no perder participación de mercado”, manifestó Javier Salinas, cofundador de B89.
Su primer producto es una tarjeta de crédito, la cual tiene una versión libre y una versión con suscripción que te da derecho a una serie de beneficios orientados a una población centennial y millennial, de cosas no tan usuales para el mercado como seguros para mascotas, espacios de coworking, entre otros.”
Más adelante, B89 planea ofrecer una tarjeta transaccional, prepagada, además de créditos para los clientes, con un enfoque en ellos que trabajan en el gig economy. Cabe resaltar que todos estos productos se ofrecerán a personas naturales, sin novedades para el sector PYME.
Otro punto diferenciador del servicio será una solución de la huella del carbono que planean desarrollar junto a una “Cuenta Árbol”. A través de puntos de lealtad, les permitirá a los clientes remediar la actividad generadora de gases contaminantes, una tendencia de sostenibilidad bancaria que ha tomado repunte en los últimos meses.
Adicional a ello, contemplan sumar un esquema de crowdfunding; sin embargo, esta modalidad de financiamiento deberá esperar a que la regulación sea publicada.
Una emprendedora serial a la cabeza
Amparo Nalvarte, cofundadora de B89, inició su carrera en el sector fintech de la mano de Culqi, una plataforma que permite a cualquier negocio aceptar pagos por internet, y de la cual sigue siendo directora y accionista minoritaria. Su incursión en la iniciativa le permitió ganar diversos reconocimientos, como el Everywhere Iniciative, un premio a la innovación organizado por Visa.
Además de ser emprendedora exitosa, Nalvarte es una disruptora por su apoyo al ecosistema, celebrando y aconsejando a las demás emprendedoras. Su más reciente aventura en el sector es B89, un proyecto en el que se ha unido con Javier Salinas, ex miembro directivo del concejo de Fintech Iberoamerica, y Mauricio Alban-Salas, que cuenta con experiencia en banca tradicional además de ser Board Advisor en Keos. Ahí, la empresaria es fundadora y directora de inversiones y alianzas.
Este segundo paso en el rubro le ha sido menos complejo de abordar gracias a los contactos, conocimientos y networking ganados años atrás. En términos de levantamiento de capital, por ejemplo, antes le tomaba entre 6 a 8 meses cerrar una ronda de USD 300.000. Ahora, en mucho menos tiempo, logra asegurar montos mayores, incluso de la mano de un solo inversionista.